¿Notas tu pelo más seco, con frizz o menos definido cuando bajan las temperaturas? Tranquila, no eres tú: el frío y la humedad afectan directamente a la salud de tu cabello rizado y de tu cuero cabelludo. Te contamos por qué ocurre y cómo evitarlo.
Cómo el invierno afecta a tu melena curly
Cuando llega el invierno, tu cabello y tu cuero cabelludo también sienten el cambio. El frío, el viento, la calefacción y la humedad ambiental generan un combo perfecto para deshidratar la fibra capilar, aumentar el encrespamiento y provocar picores o descamación en la raíz. Este efecto se intensifica si sigues el método curly o si tienes el cabello naturalmente seco o poroso.
El frío, enemigo invisible del cabello rizado
Durante los meses fríos, el aire seco y las temperaturas bajas reducen los niveles de hidratación de tu cabello. Esto se traduce en una melena más quebradiza, apagada y con mayor propensión al frizz. Además, los cambios térmicos entre el exterior y los ambientes cerrados con calefacción desequilibran la fibra capilar.
La humedad: amiga y enemiga
Aunque puede parecer que la humedad ayuda al cabello seco, en realidad provoca el efecto contrario si tu melena no está bien sellada. La cutícula del cabello se abre de forma irregular, creando frizz, pérdida de definición y sensación de descontrol.
Cuero cabelludo seco: más común de lo que piensas
¿Notas picores, descamación fina o una sensación de tirantez? Es probable que tu cuero cabelludo esté deshidratado. Esto ocurre cuando pierde su película hidrolipídica natural, lo que debilita la barrera protectora y genera sensibilidad o incluso caída capilar.
💡 Consejo profesional: Aplica unas gotas de aceite capilar como el Nourish Aceite Nutritivo antes del lavado o por la noche con un suave masaje. Así aportas elasticidad, protección y mejoras la salud del cuero cabelludo desde la raíz.
4 Consejos curly para enfrentar el frío y la humedad
1. Nutre con mascarillas profundas
Durante el invierno, es clave incorporar tratamientos nutritivos con lípidos y proteínas vegetales. Te recomendamos:
Ambas fortalecen la fibra, sellan la hidratación y ayudan a prevenir la rotura y el encrespamiento.
2. Elige lavados suaves
Evita el agua demasiado caliente y opta por un champú suave y equilibrante como el Champú Tundra, ideal para limpiar sin resecar el cuero cabelludo ni alterar su pH.
3. Aceites protectores: antes y después
Incorpora un aceite capilar como el Nourish en tu rutina nocturna o como prelavado. Así evitas la pérdida de hidratación y refuerzas la barrera natural del cabello.
4. Protege tu melena del roce y el clima
Utiliza gorros de materiales suaves (como satén o algodón) y evita fricciones agresivas con bufandas o abrigos que puedan deshidratar el cabello o provocar nudos.
Conclusión
El invierno puede ser duro con tu melena, pero también es la oportunidad perfecta para mimarla más. Si sigues el método curly o tienes el cabello rizado, ondulado o afro, adaptar tu rutina a los cambios de temperatura y humedad es clave para mantener unos rizos saludables, definidos y sin frizz.
Con los productos adecuados y un poco de mimo, tu melena puede brillar incluso en los días más fríos.







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